Entre sueños despiertos, 
frenamos los minutos y los segundos, 
para que sean eternos nuestros besos , caricias,
y abrazos que nos derriten, formando uno solo. 
Entre adormilados y despiertos, 
solo nos preguntamos mutuamente,
¿Siempre, Siempre?
y unísonos respondemos,
siempre, siempre.